José Bordalás es un técnico sumamente realista y nunca se deja engatusar ni por las estadísticas, ni mucho menos por la historia. Le gusta vivir el día a día y, si tuviera que ganarse el sustento vendiendo humo, como lo hacen muchos de sus colegas de banquillo, estaría pidiendo en alguna boca de metro. No tendría futuro alguno. Dice estar orgulloso de lo realizado por el equipo en las dos últimas campañas, no esconde que todo lo sucedido en la última temporada, en la que el ascenso estuvo muy cerca de lograrse, ha sido positivo, pero tiene claro que en "fútbol sólo valen los momentos" y que el pasado no cuenta para conquistar el futuro. Ahora le preocupa configurar una plantilla competitiva, consciente de que si a partir de la tercera semana de agosto, cuando arranca la Liga, no gana, las miradas van a estar dirigidas a él. Es la ley del fútbol.¿Lo realizado la pasada campaña servirá de algo?
Todo lo vivido en la última temporada forma parte de la historia y todos estamos orgullosos de lo que hicimos. Fueron momentos muy bonitos que terminaron con una pequeña decepción, pero nadie nos va a quitar que estuvimos en un tris de lograr el ascenso a Primera. Sacamos muchas conclusiones positivas, pero la experiencia me dice que todo eso no nos va a servir para la siguiente Liga.
No me negará que el hecho de que se haya mantenido el bloque permite mirar al futuro con optimismo.
La gente se debe dar cuenta de que partimos de cero. Todo lo anterior no vale para nada y hay muchos ejemplos que así lo testifican. Existen equipos que un año no hacen nada y al siguiente logran el ascenso y otros, como sucedió este año con el Tenerife, que todo el mundo lo daba en Primera para Navidad ha terminado en el infierno de Segunda B. Quedar a un gol de la máxima categoría no te garantiza nada para el año siguiente y eso lo tenemos muy claro.
¿Le faltan muchos efectivos para completar la plantilla?
Es evidente que si nos atenemos sólo al número podemos entender que nos faltan jugadores adelante, donde sólo contamos con Ángel, ya que Linares está lesionado, y en la medular, en la que figuran Acciari y Mantecón. Necesitamos en esos dos puestos dar un salto de calidad para lograr ser competitivo la temporada próxima. Somos conscientes de que somos un club con limitaciones económicas, que no podemos competir en ese aspecto con otras entidades, pero estoy seguro de que se va a hacer un esfuerzo desde el consejo para hacer una plantilla competitiva. Si no lo conseguimos tendremos dificultades. Todos los que han venido nos ayudan a ser mejores, pero faltan esos puestos fundamentales para ser más competitivos.
Ha conseguido que nadie ponga en duda los fichajes, a pesar de que vengan de Segunda B o de equipos que han bajado porque usted les saca a todos un rendimiento extraordinario...
La gente valora que una de mis virtudes es el hecho de que soy capaz de sacarles el máximo rendimiento a los jugadores, que logro explotar sus condiciones. Así ha sucedido en las dos últimas campañas con futbolistas como Molina, Juli, Carpio, Héctor Verdés... Pero eso lo he logrado porque ellos tenían un nivel para hacerlo. Milagros no existen en el fútbol, sino trabajo y dedicación.
¿La afición debe estar tranquila con esta plantilla?
Creo que nuestros seguidores han sabido reconocer en los dos últimos años el trabajo que se ha hecho y estoy seguro de que van a seguir identificándose con nosotros porque, al margen de los resultados, estoy seguro de que el sello del equipo va a continuar estando vigente. Seremos de nuevo un equipo competitivo, con orgullo, pero a la vez humilde, que sabe que las cosas se consiguen a base de mucho trabajo.
¿Se pueda hablar de ascenso?
Hablar ahora de subir es una auténtica temeridad y creo que ha quedado claro que lo más sensato, aunque suene mal, es ir partido a partido y no mirar más allá. Ahora es momento de configurar una buena plantilla y de sentar las bases de una competición que será larga y difícil, donde nuestro primer objetivo debe ser ganar al Córdoba el 21 de agosto.
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