César, que conoce la casa tras defender la portería franjiverde durante cuatro temporadas -fue el guardameta del último partido del Elche en Primera División-, ya está desvinculado del Recreativo de Huelva, club al que ha prestado sus servicios como galeno desde hace ocho años. Todo indica que en la mañana de hoy se ultimarán todos los flecos del contrato con César, y que el nuevo médico ejerza ya en el partido de esta misma noche frente al Torrevieja en el estadio Vicente García.
En declaraciones a Onda Cero, César confesó que «ha sido una decisión difícil, pero la situación era propicia y yo tenía ganas de volver al Elche». En esta misma emisora, el exportero franjiverde y más que probable nuevo galeno del club, hablaba de su intención de formar «un proyecto a largo plazo, porque se trata de una decisión muy importante y que tiene que tener una cierta seguridad de futuro para mí y mi familia».
Aunque reconoció que «todavía» no ha hablado «con Bordalás», César tiene la intención de ser un «médico de club, a disposición tanto del cuerpo técnico como de cualquier persona de la entidad». Entre sus objetivos, destaca «trabajar para ayudar a que el Elche ascienda a Primera».
Y mientras la entidad negociaba con César su incorporación inmediata, el club contrató los servicios del doctor Fernando Mayía, médico cubano que participó en la sesión vespertina de hace dos días y en el entrenamiento matinal de ayer.
Mayía acompañó a los jugadores y al cuerpo técnico a la ladera del río a completar la segunda parte de la sesión de entrenamiento de ayer por la mañana. El especialista cubano fue una solución de urgencia a la estrambótica situación que se había montado en torno a la ausencia de un doctor en los entrenamientos del primer equipo.
De esta forma, con la presencia de Mayía en las sesiones de pretemporada, los jugadores no tuvieron ningún problema en completar el entrenamiento que habían pautado sus preparadores. Una sesión la de ayer especialmente dura físicamente, dividida en dos partes en la que la segunda se completó en la ladera del río Vinalopó y consistió en tandas de aceleración en la rampa que sube por el puente de Altamira.
El nuevo médico, aunque fuera provisional, ponía punto y final a una historia que ha alterado el día a día de la plantilla franjiverde. Todo este desaguisado comenzó con la repentina marcha del doctor Adolfo Muñoz a Sevilla a los cinco días de incorporarse a la disciplina franjiverde.
Los jugadores siguieron con su ritmo de entrenamientos, pero la fractura de pómulo que sufrió Héctor Verdés el pasado jueves en la sesión vespertina tras un choque con Alcibiades Rojas preocupó considerablemente a los futbolistas.
El viernes, los jugadores se negaron a entrenar si no disponían de supervisión médica, aunque al final completaron una sesión más suave. Para el sábado, Ernesto Such se sentó en el banquillo de forma provisional, ya que el doctor Such es ahora el responsable de los servicios médicos del club y no a pie de campo.
El lunes, Mantecón ejerció de representante de la plantilla para asegurar que hasta que no hubiera un médico solo harían «ejercicios físicos y sin contacto». Así, la falta de un médico en el club amenazaba con lastrar a un equipo de Segunda División en la parte más importante de la pretemporada.
Por eso, el Elche incorporó cuanto antes, de forma provisional, al doctor Fernando Mayía, que comenzó a trabajar mientras se cerraba la contratación de un nuevo médico. Con la vuelta de César Quesada a la entidad franjiverde, termina una 'crisis médica' que había puesto en jaque la preparación del equipo. Se espera a César, pero Mayía ya ejerce.http://www.laverdad.es/

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