Linares se enfrenta el sábado con el Elche al Barça B, un rival que le trae muy malos recuerdos. La temporada pasada, sufrió una grave lesión en ese partido y estuvo siete meses parado. El punta se reencontrará también con Martín Montoya, el accidental protagonista de una jugada que le ha dejado cicatriz: "Lo que más me dolió fue la reacción de ellos. Yo sabía cómo tenía la rodilla y sentí impotencia porque, estando destrozado en el césped, no paraban de increparme. No he hablado con Montoya ni tengo nada que decirle. Una simple llamada de compañerismo hubiera bastado".
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