Un gol de Ángel, en el minuto 35, sirvió para que el Elche pusiera fin a una racha de seis encuentros sin ganar, incluido uno de Copa del Rey, en los que pasó de ser el líder de la categoría a sumar dos puntos de los doce posibles. El equipo franjiverde supo aprovechar un error del rival para adelantarse en el marcador y luego defender ese resultado ante un Xerez que apretó de lo lindo y buscó con ahínco el empate hasta el minuto 95.Los ilicitanos necesitaban más que nunca un triunfo para salir de la UVI y lo consiguieron echando mano de sus virtudes principales, presión, trabajo y, sobre todo, cuando el 1-0 estaba a su favor, kilos de oficio. Sufrió más de la cuenta, porque nadie sale del hospital dando saltos, pesó en exceso el síndrome de una dinámica negativa y cada jugada de estrategia fue una especie de via crucis del que al final salió victorioso. Con todo esos aditamentos se hizo merecedor del triunfo, todo ello aderezado por un error arbitral que anuló un gol legal al delantero del equipo jerezano Tato un minuto antes de que Ángel llevara su balón al fondo de la red de Doblas.
La primera parte se puede resumir en tres minutos, los 180 segundos que van del 32 al 35. Lo demás, fútbol oscuro, presión y mucho miedo a cometer errores que pusieran el partido en franquicia para el rival. Un gol en la Liga Adelante es todo un tesoro y ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a dar ventaja al rival. El Elche presionó como en él es habitual y el Xerez se arropó atrás con la idea de lanzarse sobre el área de Juan Carlos en un contragolpe.
En ese fútbol "made in Segunda" salió vencedor en los primeros 45 minutos el Elche. En una presión de Kike Mateo y Luque, robó el cordobés un balón que se lo envío a Ángel, que en un mano a mano con Doblas no falló y puso en ventaja a los franjiverde en el marcador. Era el minuto 35. Uno antes, el árbitro anuló un gol legal, por fuera de juego, a Tanto; y en el 33, Edu Albacar le ponía un balón a la cabeza de Ángel y el tinerfeño, incomprensiblemente, remataba fuera.
Tras esos tres minutos en los que las áreas fueron las protagonistas se volvió al discurso anterior hasta que el árbitro pitó el final de la primera parte.
Luque hizo un gran trabajo en la medular, Perico sacó a pasear esa calidad que tiene en sus botas, Kike Mateo aportó su maestría entre líneas, Ángel su gol y el resto del equipo la lucha y entrega, siempre presente en este grupo de gladiadores que dirige desde el foso Bordalás.
Tras el descanso, el Xerez cogió el mando del centro del campo y metió al Elche en su feudo. Dio un paso adelante ante un conjunto franjiverde todavía con complejos, por la falta de victorias, que muy pronto comenzó a pensar que tenía que defender su corto resultado y perdió la brújula durante algunos minutos en el centro del campo.
Luque bajó sus prestaciones de la primera parte, Perico, que se inventó una gran jugada, en el minuto 49, que no supo culminar en gol Kike Mateo, fue perdiendo gas. Los síntomas del enfermo eran peligrosos. La recaída estaba en el ambiente. Parecía a que el rival estaba más cerca del empate, aunque salvo una falta lanzada por Pablo Redondo, que despejó a córner Juan Carlos, tampoco inquietó al meta franjiverde.
Bordalás movió ficha y puso en el campo a Linares en lugar de Kike Mateo. Pasó del 4-2-3-1 al 4-4-2, aunque los males no estaban arriba sino en la medular. Lo que sí cambió el rumbo del partido fueron las salidas de Palanca y Acciari por un agotado Perico y Xumetra, respectivamente. El mediapunta comenzó a meter miedo a la defensa rival con sus incursiones y el centrocampista volvió a poner en el campo su reloj para manejar el tiempo de un partido, que gracias a su maestría entró en los parámetros que necesitaba el Elche. Además, Mantecón, un poco más arropado, colaboró en la causa.
En la recta final del partido al Elche sólo le faltó un poco más de puntería para sentenciar en alguna contra. Con un Xerez precipitado y sin disfrutar del balón, los ilicitanos contaron hasta con tres ocasiones claras dejar todo hecho y no esperar al minuto 95, el árbitro dio cinco más de propina, para firmar una victoria necesaria y que tranquiliza a la parroquia franjiverde.
Mantecón fue muy generoso, en el minuto 81, para dejarle un balón de gol a Linares, aunque estaba completamente solo delante de Doblas, que no aprovechó el aragonés; y Ángel y Luque, en el 94, no fueron capaces de hacer el segundo en una contra donde tenían todo a su favor. El meta jerezano, primero, le sacó el balón a Ángel y, segundo, impidió que el centrocampista cordobés enviara el balón dentro. En medio, un despeje al alimón entre Juan Carlos y Edu Albacar con Óscar Díaz al acecho.
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